Las noches son complicadas cuando no sabes lo que te tocará vivir por la mañana.
Hay veces que las sábanas se hartan de acogerme.
Siento la angustia en mi pestañas.
Duerme la inquietud bajo mi almohada.
Y la voz de mi cabeza no se calla.

"Eres una inútil", "No llegarás a nada", "¿Qué te crees? Hay gente mejor que tú", "Inútil, inútil, inútil...".

No sé cómo callarla. No sé cómo apagarla. No sé cómo luchar contra esas palabras.
¿Qué es lo que me pasa?

Dormir se ha convertido en un privilegio que algunas madrugadas creo inalcanzable.

Vivo con una voz constante que me susurra cosas desagradables.
Vivo en la suposición, en la incertidumbre, en la nada.
Y esa incertidumbre me mata.
Me presiona el pecho, me asfixia, me ahoga.
En algún rincón de mi cuerpo siento un vacío enorme.

Qué voy a hacer ahora.
Qué se supone que debo hacer ahora.
¿Tan imposible es lo que quiero?
¿Por qué nadie cree en esta mirada?

Cada persona que me encuentro es un recordatorio constante de que no valgo para llegar a donde quiero.

El futuro me da pánico.

Me he subido al barco sin saber si llegaré a la isla o si se hundirá en medio del atlántico.
Pero pienso que es mejor subirse al barco aunque te ahogues, que vivir toda la vida arrepentida de no haberte subido.

No quiero ahogarme. Pero si el barco se hundiera no me importaría nadar yo sola hasta la orilla.

No me importa si nadie cree en mí. No me importa lo que diga mi cabeza. No me importa si mis dedos me dicen que están cansados de vivir.

No me importa porque hoy me he mirado en el espejo y he visto a una persona maravillosa.
He visto en su mirada las ganas de triunfar y le he dicho que lo hará.
He visto en sus pupilas la fuerza y el dolor y le he prometido que algún día todos los malos ratos tendrán su recompensa.

Derramaré sudor y sangre si hace falta para cumplir la promesa que le he hecho a esa chica de ojos tristes.

Porque no voy a decepcionarla. Porque no voy a decepcionarme.
Porque quizá nadie lo vea, pero yo lo veo.
Soy lo que soy, esto es todo lo que tengo. Mi alma en un puño y los sueños flotando en el agua.

Hoy me he visto. Me he mirado a los ojos. Y me he sentido fuerte. Me he sentido capaz. Me he sentido hermosa.
Me he sentido... porque soy.

Y valgo más de lo que me he permitido pensar.
Valgo más de lo que me han permitido creer.

Esto no es el final. Esto es solo el principio. Esto es lo que quiero y lo voy a conseguir, diga lo que diga la voz de mi cabeza y digan lo que digan los que me rodean.

Las noches son complicadas cuando no sabes lo que te tocará vivir por la mañana.
Pero al menos sé que mi pecho todavía late y está caliente.
Y es ese calor que llevo dentro el que me da fuerzas.
Porque quiero mostrar al mundo todo lo que llevo dentro, que no es poco.

Es una promesa. Y yo siempre cumplo mis promesas.