Fuego.

enero 08, 2017

Podría escribirte tantísimas veces
lo mucho que me gustan tus ojos
y ninguna de ellas haría justicia
a la belleza encerrada en tus pupilas.
Podría decirle a las golondrinas
que tu voz es un susurro en el viento
viajando entre las ramas y las hojas,
hasta descansar en mis pestañas.
Podría escuchar cómo las amapolas
abren sus cuerpos suaves y coloridos,
para saludar al primer eco del alba
y empaparse con el rocío de tu mirada.
Las noches siempre son más cálidas
si tus manos me recorren la cintura,
mientras el pelo te cae por la cara
como quebradizas briznas de hierba.
Y quién sabe si entonces mis caderas
acaban encontrándose con tus dedos, 
y bailamos y arrancamos las sábanas
que ya no necesitamos sobre la cama.
Y quién sabe si al cruzar las miradas
podamos llenar esta habitación oscura
de brillantes e ínfimas luciérnagas.
Y quién sabe, podría seguir besándote
hasta que el relente cayera sobre tu cara
y tus párpados se evadieran del mundo.
Supongo que siempre estoy soñando
con madrugadas eternas entre tus labios
y con cielos grises envueltos en niebla.
Supongo que siempre estoy buscando
una inspiración para seguir escribiendo,
y sin darme cuenta te he encontrado a ti.
Y sé que eres tú, luz de Luna en mi piel.
Sé que eres tú, oleaje de espuma y plata.
Lo sé porque yo soy un copo de nieve
y solamente tu fuego me puede derretir.

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1 comentarios

  1. "Podría escribirte tantísimas veces
    lo mucho que me gustan tus ojos
    y ninguna de ellas haría justicia
    a la belleza encerrada en tus pupilas."

    Esa estrofa podría aplicarse a ti viendo tu foto.

    Dulces besos Melissa y dulce semana.

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Christmas Snowflake